lunes, 5 de agosto de 2013

Una invitación para que participes!


Gente: Los invitamos a intercambiar en este espacio. 
La consigna es que puedas leer las frases escritas a continuación y puedas encontrarte en ellas... ¿te acordás lo que dijiste en esa reunión?. Retomá la frase, intentá profundizar en esa idea y  compartí tu reflexión introduciendo un comentario. 
Si no estuviste ese día, podés apropiarte de una frase o proponer otra... luego seguí los mismos pasos para participar.
SER- HACER- LLEGAR A SER: relaciones.
(Transcripción de los aportes de los participantes)
Ser es una condición estática.
Al hacer construyo el ser.
Uno es haciendo, uno va siendo haciendo y llega a ser.
En el hacer uno traslada lo que es (emociones, pensamientos, confianza).
Acciono anticipando.
El ser siempre se está transformando.
El ser siempre se está haciendo.
Llegar a ser es cotidiano, en cada instante.
Todo el tiempo estás llegando a ser.
Yo lo relaciono con los tiempos verbales. Ser: es pasado; Hacer: es presente; Llegar a ser: futuro.
Hoy soy alguien, mientras hago voy llegando a ser.
Se puede ser sin hacer?
El tema es cuando no involucrás el ser o cuando lo involucrás demasiado.
Acerca de la identidad y ciclo vital
Identidad disgregada: soy adulto pero mis ocupaciones no se condicen.
Cómo descubrimos lo que desean llegar a ser (los concurrentes)? Tanto la familia como nosotros imprimimos o teñimos su subjetividad con la nuestras expectativas.
En la familia no se escucha la voz de su ser.
La identidad personal también es influenciada por el contexto sociocultural.
Todo ser es un ser en movimiento.
El laburo está en comprender cómo viven, más allá de este tiempo-espacio  acotado que es el institucional.
No se puede conocer el ser sólo en el hacer.
El no hacer es hacer.
Hay que ponerle voz al no hacer.
Los vacíos son interesantes en la terapéutica.
Ponerle voz al estar institucional. La persona se empieza a implicar, significar los espacios (no llenar los vacíos. La voz del terapeuta “no te preocupes por llenar los espacios sino por lo que te pasa”.
Diálogo, escucha, ver al ser en diferentes contextos.
Cambiando el contexto vemos al ser más complejo.
Como institución: abrir alternativas, oportunidades.
Las condiciones institucionales posibilitan que puedan pensar en su ser y deseo de llegar a ser.
La voz es interpretada y son hablados.
Finalmente, leemos un texto relacionado:Grupo de Investigación Ocupación y realización humana. 2011. “Ocupación: sentido, realización y libertad. Diálogos ocupacionales en torno al sujeto, la sociedad y el medio ambiente. Bogotá, Colombia. Universidad Nacional de Colombia. Cap. 1. Proposición sobre la ocupación humana.4ª Proposición (Pag. 53 a 56).
Reunión de Equipo: 7 de junio de 2013

Ocupación, sentido y realización personal.



Ocupación: sentido, realización y libertad. Diálogos ocupacionales en torno al sujeto, la sociedad y el medio ambiente. Grupo de Investigación Ocupación y realización humana. 2011 Universidad Nacional de Colombia. Capítulo I - Proposiciones sobre comprensión de ocupación humana.

La ocupación compromete tres aspectos de lo humano: el –ser– que con sus potenciales y su historia personal y sociocultural actúa –hace– y por esa vía expresa y afirma su individualidad, se transforma y es transformado por su entorno y cumple expectativas y propósitos vitales –llega a ser–.
En la actualidad, la autora que ha postulado la correlación entre el ser-hacer- llegar a ser como dinámica fundamental del proceso ocupacional es la científica ocupacional Ann Wilcock (2003a, 2006). Antecedentes de esta postura se encuentran en Fidler y Fidler (1978), quienes concibieron el hacer como la acción con propósito que posibilita al ser naciente llegar a humanizarse” (p. 305). Fidler y Fidler definieron la humanización como el aprendizaje acerca del sí mismo y del mundo y el hacer como aquello que permite comunicar sentimientos e ideas y expresar y clarificar la individualidad. En Colombia, el modelo Desempeño Ocupacional Realizante, propuesto por Trujillo, Álvarez, Torres y Zapata en 1992 (Trujillo, 1994), postuló que el desempeño ocupacional es la transformación que se produce por la interacción significativa de los seres humanos con las ocupaciones (autocuidado, juego y trabajo) en un contexto físico, social y temporal y que las ocupaciones cumplen los propósitos de dinamizar la organización, integración, productividad y realización humanas.
El ser, entendido como la esencia o sustancia de la existencia humana, la conciencia, la intimidad y la subjetividad de la persona, es un tema trascendental de la filosofía. Desde Aristóteles, a Kierkegaard, a Hegel, a Heidegger, a Sartre, muchos pensadores se han ocupado de los interrogantes de la existencia humana. El interés de los científicos ocupacionales  (Wilcock, 2006) y también de los profesionales de terapia ocupacional, radica en el estudio del ser, de la persona, del sujeto, en su compromiso con la ocupación; es decir, con su hacer, su actuación, a fin de llegar a ser o sea transformarse de acuerdo con sus aspiraciones de vida. El ser es una totalidad compuesta de mundo interior y corporalidad y es esa totalidad la que asume la ocupación. El comienzo del proceso ocupacional empieza en el ser, en la persona actuante. Al respecto, Watson (2006) hace un llamado en el sentido de entender que en el proceso ocupacional el ser, con todo su contexto e influencias culturales, precede al hacer. O sea que el punto de partida está en la persona y sus circunstancias. El interés no consiste en reflexionar solamente sobre un conjunto de acciones porque la ocupación tiene que ver con el sujeto mismo, su identidad, sus motivaciones, sus modos de adoptar el proceso ocupacional, los significados que le adscribe, el sentido que tiene para el ser y las consecuencias e implicaciones, favorables o desfavorables, que ello tiene para el proyecto de vida de la persona. Por ejemplo, la restricción o deprivación ocupacional influye significativamente en la autoestima, en el sentido de la propia dignidad y en la calidad de vida, si se reconoce que el ser humano tiene el impulso innato hacia la autoorganización, la autodirección y la transformación de su ambiente.
El hacer se refiere a la variedad y calidad de oportunidades que buscan y tienen las personas, o las restricciones que se les imponen para llevar a cabo ocupaciones. Ello puede producir efectos positivos o negativos en la salud individual y pública (Wilcock, 2006), según el grado en que a través del hacer ocupacional se cumplan o incumplanmetas de interés y desarrollo personal y familiar, bienestar de grupos humanos y colectividades, aporte a la identidad y la cultura e integración ecosistémica. Algunos ejemplos de hacer son las actividades educativas, los compromisos productivos, el cuidado de sí mismo y del núcleo familiar, los deportes, el tiempo dedicado al esparcimiento y los proyectos culturales.
Al reconocer que el componente básico del hacer es la acción y así reconocido por múltiples autores, Cutchin, Aldrich, Bailliard y Coppola (2008) hacen un llamado a que la ciencia ocupacional –aquí denominada ciencia de la ocupación humana– profundice en teorías de la acción, dada la estrecha relación entre los dos conceptos, anotando que el soporte teórico que presenta la literatura sobre el tema (Wilcock, 2006) es insuficiente. Consultan el pensamiento de JohnDewey y Paul Bourdieu, cuyos aportes sobre la teoría de la acción son fundamentales y proponen que sus planteamientos contribuyen a enriquecer la concepción de ocupación en ciencia ocupacional, especialmente en lo que se refiere a planteamientos sobre el hábito, el contexto y la creatividad.
Llegar a ser. Es debido al actuar ocupacional del ser humano, observado en el hacer, que facilita o lentifica el avance de la persona hacia el cumplimiento de metas, aspiraciones, sueños y propósitos de vida. Llegar a ser está íntimamente relacionado con la actualización de potenciales a la manera humanista planteada por Maslow (1970), con el desarrollo de las capacidades creativas del ser (Wilcock, 2006) y con la realización como gran aspiración de la persona. Las ocupaciones son esenciales para el cumplimiento de los propósitos humanos de superación del ser (Trujillo, Álvarez, Torres y Zapata, 1992, citados por Trujillo 2002, p. 46). Esta mirada concuerda con la de Arruda (2005) que, refiriéndose específicamente al trabajo y la educación, considera que estas ocupaciones deben tener como objetivo último el ser humano, su bien-vivir y el desarrollo cada vez más pleno de sus sentidos y potencialidades tanto en el individuo como en la colectividad.
Una síntesis de la relación entre el ser y el hacer para cumplir propósitos humanos es finamente descrita por Fromm(1976) desde su posición psicoanalítica de corte humanista, al entender que Ser implica Ser activo y que especialmente la actividad productiva contribuye a dignificar al ser humano.
Identidad. Un concepto que está íntimamente relacionado con el tema de la ocupación es la identidad, porque es durante el compromiso del ser con el hacer ocupacional, cuando se construye la identidad, concepto que de acuerdo con Maslow (1979) se refiere al ser. Las ocupaciones habituales están asociadas a la identidad en cuanto a que contribuyen a su construcción y debido a que las personas –seres– optan por aquellas ocupaciones que son significativas para sus propósitos de vida –llegar a ser–. Según señala Trujillo (2005) algunos terapeutas ocupacionales han elaborado sobre el concepto de identidad asociado a las ocupaciones cotidianas (Christiansen, 1999; Kielhofner, 2002; Unruh, 2000). Identidad ocupacional es “la expresión de los aspectos físicos, afectivos, cognoscitivos y espirituales de la naturaleza humana en interacción con las dimensiones institucionales, sociales, culturales y políticas del contexto, a lo largo del tiempo y el espacio del ciclo vital de una persona, durante la realización de ocupaciones de autocuidado, productividad y ocio” (Unruh, 2004, p. 291). De acuerdo con Unruh, la sociedad tiende a enmarcar sus juicios sobre las personas a partir de lo que ellas hacen. Por tanto, cuando la ocupación se suspende o interrumpe, pueden surgir problemas de identidad y pérdida de sentido de la vida, debido a la estrecha relación entre ocupación, identidad y una vida con significado.
Conviene enfatizar que las ocupaciones no deben mirarse de manera aislada sino integrada. “Las ocupaciones se entrecruzan y es el tejido total de ocupaciones, en el presente y a lo largo del tiempo, que le imprime significado a las ocupaciones. Lo que una persona hace contribuye a moldear su autoconcepto e identidad” y a la vez, la identidad de la persona y sus motivos determinan el significado que se da a una ocupación” (Persson et al., 2001, p. 13). El concepto identidad ocupacional es esencial para entender los significados que tiene la ocupación en la vida cotidiana de las personas; estudiarla permite comprender a las personas de manera más completa e integral y el significado que adscribe la persona a las ocupaciones está íntimamente ligado con el crecimiento del ser.
Conceptos por explorar. En términos de la asociación del proceso de ser, hacer y llegar a ser a través de la ocupación, otros conceptos que trabajos posteriores deben indagar, además de hábito (Bourdieu, 1997; Dewey, 2005) y creatividad (Cutchin, Aldrich, Bailliard y Coppola, 2008;Wilcock, 2006), son los de teoría de la acción (Strausss, 1993), capacidad adaptativa (Westbrook, 1999; Brunner, 2000), mundo interior/espiritualidad (Frankl, 1980; Maslow, 1979; Rogers, 1961; Canadian Association of Occupational Therapy, 1991; Trujillo, 2002).