jueves, 4 de septiembre de 2014

Género, derechos humanos y discapacidad.

“Tipica comida familiar. La pata muslo. Hogar dulce hogar. El prejuicio. cambios, como corresponde. Modelo social. Toda una vida abnegada. Mecánico y nada mas. Que sabés vos? Se supone que...? Una realidad posible.” (titulos de escenas colectivas producidas en el taller) FUNDAMENTACIÓN: El presente proyecto de trabajo se enmarca en el trabajo final de promoción de la Diplomatura “Género. Derechos de Humanos y Humanas”, que en este caso supone la diagramación de un dispositivo de intervención sobre un campo problemático: género y discapacidad. El mismo se basa en la transversalidad de la categoría de “género” en la configuración de nuestras identidades y cotidianidades donde se materializan y re-contruyen. Ésta categoría relacional, jerárquico y antagónica, descansa sobre dispositivos de poder articulados, entre otros, en la formación y desempeño profesional en los diversos ámbitos en los que participamos. Reconociendo su impronta en la producción de subjetividad se considera necesario desnaturalizar y deconstruir los atravesamientos de género que las relaciones en este campo supone/ implica. Para ello, utilizamos este marco de Trabajo Final como posibilitador de espacios de intercambio y construcción de conocimientos conjuntos con el grupo de profesionales y personas que se desempeñan en el Centro Ocupacional “San José”. Dicho Centro no sólo fue seleccionado porque uno de los integrantes del grupo trabaja allí, lo que promueve la viabilidad de la propuesta; sino también, porque la construcción del campo tanto de la discapacidad como el de género, opera en significaciones colectivas acerca de lo “diferente” como lo inferior, peligroso y enfermo. Imbrincado en mandatos y estereotipos ligados a la sexualidad, al género, al deseo, al cuerpo, al placer y a las capacidades, entre otros. Podríamos aventurarnos a pensar que la naturaleza de estas diferencias y desigualdades tiene una misma raiz, lo que queda excluido de lo que el patriarcado establece como “normal y natural”. Creemos que la presente propuesta es un aporte más en el largo y complejo camino en la construcción de relaciones diarias con mayor grado de equidad. Por este motivo, el presente proyecto de trabajo se vertebrará sobre los siguientes ejes para su desarrollo y planificación: •Derechos Humanos como construcción socio- histórico- política; •Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad; •Categoría de Género: Sexo .Género. Heterosexualidad normativa. •Poder y el patriarcado. •Identidades de género. OBJETIVO GENERAL: •Problematizar la construcción de las identidades de género con el equipo de trabajo del Centro Ocupacional “San José”. OBJETIVOS ESPECÍFICOS: •Distinguir las categorías de género y sexo. •Realizar articulaciones entre las categorías de género y discapacidad desde la práctica profesional cotidiana de los integrantes del equipo. •Trabajar el concepto de identidad desde las representaciones sociales de l@s participantes del taller. •Visibilizar la producción de sentidos y prácticas que re-producen el patriarcado , en la vida cotidiana. DESTINATARI@S DIRECTOS: l@s quince integrantes del equipo de trabajo (profesionales y no profesionales) del Centro Ocupacional “San José”. DESTINATARI@S INDIRECTOS: Jóvenes que concurren al Centro Ocupacional San José, sus familias y/o referentes. LOCALIZACIÓN: La presente propuesta se llevará a cabo en el Centro Ocupacional “San José” ubicado en la localidad de Ángel Gallardo; localidad que linda con la zona urbana de la ciudad de Santa Fe capital y que se ubica sobre la Ruta Provincial 4. Ésta comunidad integra a aproximadamente 519 habitantes, de los cuales aproximadamente 275 son “mujeres” y 244 “varones”, por lo tanto el 53% aproximadamente de la población seria femenina (según datos del INDEC – censo 2001). La actividad económica predominante de la zona es la hórticultura o producción de hortalizas. Los destinatarios de éste Centro Ocupacional son jóvenes y adultos, de 18 años en adelante, con discapacidad, pudiendo estar asociado a desórdenes mentales, sensoriales, motrices, neurológicos, de personalidad, entre otros. No es un requisito para su ingreso haber accedido a no a ciclos escolares o ambitos de trabajo .Actualmente concurren 31 jóvenes con estas caracteristicas El objetivo que la isntitución se propone es: “Posibilitar la habilitación personal, educacional y social de los concurrentes, regida por los principios de autonomía, normalización e integración. Autonomía: Despliegue de lo que es más propio, a través del desarrollo de las capacidades, destrezas, competencias, entre otros. Normalización: La persona con necesidades especiales posee igualdad de derechos y ejercicio efectivo de los mismos. Integración: El abordaje se hará contando con todos los aspectos: individual, social, y ocupacional”. ACTIVIDADES: 1.Presentar la propuesta a la institución, acordar posibles días y actividades 2.Encuesta anónima en relación a las nociones de género y expectativas en relación a los dos talleres. Dichas encuestas tendrán carácter anónimo y serán entregadas por el integrante del grupo que forma parte este equipo, para ser analizadas con posterioridad y servir como insumos en la planificación de los talleres. 3.Analizar las encuestas. 4.Planificar los talleres. 5.Organizar y ejecutar los talleres. 6.Realizar análisis de la experiencia. 7.Finalización formal del Trabajo Practico y presentación. 8.Presentación del trabajo al Centro Ocupacional “San José”. RECURSOS HUMANOS: •L@s integrantes del grupo de trabajo de la diplomatura. •L@s integrantes del cuerpo de trabajo del centro Ocupacional San José •Referentes en la temática que aportaron bibliografía. RECURSOS MATERIALES: •Pasajes de Colectivo •Fibrones •Papeles afiches •Globos •Hilo •Broches •Cinta de Papel •Hojas en blanco •Revistas •Computadora METODOLOGÍA: El presente proyecto se basa en la realización de dos talleres. Se parte del “Taller” como un espacio de encuentro dialógico entre sujet@s, en donde se busca desnaturalizar, deconstruir y reconstruir conjuntamente conocimientos en base al respeto a las capacidades, experiencias e historias de vida de cada un@ de l@s integrantes. Por esta razón, los talleres serán optativos para las personas que integran el equipo de trabajo del Centro Ocupacional San josé y no se extenderán más de dos horas por encuentro. Para ello se generarán condiciones que faciliten la participación activa de l@s integrantes, como así también, una experiencia de registro del propio cuerpo en relación a la temática; ya que es el territorio con múltiples inscripciones ( sociales, históricos, políticas, libidinales,etc) donde el “género” se experimenta y significa. Las técnicas a desarrollar se enmarcarán en la evaluación de las características particulares del grupo, y tenderán a promover no sólo condiciones de trabajo (caldeamiento, etc.), sino también la producción grupal en torno a las categorías anteriormente mencionadas. Cabe aclarar que los días y horarios para dichos talleres fueron pautados por la dirección de la institución. En un primer momento se pedirá a l@s integrantes de la institución que respondan una encuesta de forma anónima con el fin de conocer sus concepciones previas en relación a la temática y sus expectativas acerca de los talleres. El primero de los espacios de taller tiene como ejes de trabajo al género y la identidad y como objetivo, generar un espacio de intercambio relacionado a la construcción de nuestras propias identidades. El desarrollo del mismo versará entre los conceptos claves de Identidad; Género. (Básicamente: Identidad: como construcción socio, histórica, política multidimensional y relacional; en donde la dimensión del poder, de los mandatos y la jerarquización dicotómica condiciona de manera compleja la concepción de lo real, permitido, deseado y buscado.Género: como categoría transversal en la construcción cotidiana de la identidad; como categoría que abarca conceptos no excluyentes ni cerrados en sí mismos, sino más bien abiertos, en constante interacción y en relación a un contexto socio político particular. Por su parte, el segundo taller se desarrollará teniendo como eje al patriarcado y las prácticas profesionales (persona- rol- campo de trabajo). Como objetivo, el segundo taller se propone, problematizar, de forma conjunta, la propia práctica profesional de l@s participantes a la luz de la temática de identidad de género y patriarcado. Para ello los conceptos claves serán los de Patriarcado, género, producción y reproducción del patriarcado, poder, campo profesional. Por último, se considera primordial realizar una presentación del presente trabajo con el equipo con el que desarrollamos los talleres. LECTURA ANALÍTCA: Para comenzar se considera pertinente señalar que si bien, en el desarrollo de los talleres se han identificado algunas resistencias al tema, ninguna de ellas ha significado un obstáculo que no se haya podido retrabajar con el grupo. Algunas resistencias se observaron principalmente en la dificultad que implicaron ciertas consignas para su desarrollo. De todas formas, el modo de abordar el tema si generó resistencia: propuestas con dinámicas activas, donde el eje no estaba puesto en los conceptos sino en las vivencias relacionadas a la construcción de identidades de género. Por otro lado, es menester señalar que a los dos talleres han concurrido un promedio de 14 personas de las cuales 12 eran mujeres y 2 varones; sin contar a l@s coordinador@s. De un total de 15 personas convocadas ha asistido un grupo que representa casi la totaliiad del mismo, lo que puede asociarse con un interés o inquietud en relación a trabajar la temática. En las primeras actividades surge la “Identidad” como una construcción multidimensional, como proceso dinámico, no como algo estático ni como esencia. Aquí los aspectos constitutivos de lo identitario que emergieron, entre otros fueron: - la familia/la maternidad ( producción y reproducción de mandatos, roles y expectativas de género). Familia como núcleo referente primario, familia heterosexual que no fue cuestionada en el discurso, sino por el contrario deseada, tanto como la maternidad en varias mujeres participantes del encuentro. •“me identifico como mamá, como mujer, con la maternidad, llego después de un tiempo, fue muy significativo un sueño esto de tener una familia es la concreción más grande , por eso lo traje.” •“ la foto que hubiera traído es una con toda mi familia, mis dos hijos, y mi marido al lado” •“me identifico [con la foto] porque como mamá empecé a ser madre de muy jovencita, elegí esta foto porque estábamos en un viaje y mas allá de estas experiencias cuando viajamos subimos esta montaña ( con la hija) y después me preguntaba, cómo la dejé subir, como hago para bajar. Soy una irresponsable, si se llega a accidentar que hago? Bajamos, fue un momento que me mato, como la dejé subir.” - la infancia: relacionada tanto a los juegos y a l@s amig@s, como a las expectativas adjudicadas y asumidas por un@ mism@. En íntima relación con ello, l@s integrantes también expresan como aspecto constitutivo -la pertenencia a grupos de actividades . •“ yo era el diferente, siempre odie la actividad física. El que no jugaba al fútbol era maricón”. •“ en esta foto, la de ser nena, querida, sensible y tranquila, la nena que querían todos,(en la infancia) ( en la foto de la adolescencia) está la rebelde, rodeada de amigos varones. La foto de vestido, la nena de papá y esta como en dos rutas, que no sabia ni a donde iba a parar, pero me mantenía relajada.” •“crecí rodeada de varones, el deporte, que era el basquet, mezcla muy rara. Tuve una infancia muy linda. La temática de género fue una contradicción en mi adolescencia, no encajaba con las adolescentes, fue natural crecer con varones, conflictos con mi mamá, porque no veía bien que siga rodeadas de varones. Soy femenina en muchas cuestiones...” Aquí también puede observarse como en la infancia y la preadolescencia se favorecen o no, procesos de transición para la indiferenciación de género o el permitirse explorar más allá de los mandatos y estereotipos. - división de roles (marido/esposa/herman@s, etc.) •“ a él se lo super valora, limpiaste. Y yo hago lo mismo, yo llego y hago la diferencia con él. Marcamos a varones y mujeres. Eso lo que se ponen juego” También vemos que al tematizar la identidad sin explicitar la “variable” género ( ya que en la consigna de traer una foto que los identifique personalmente, no se mencionaba al género), al deconstruir (nos) se revisaron y pluralizaron componentes de esta categoría al compartir/socializar diversos recorridos y vivencias significativas para cada un@ de los integrantes del grupo. Asimismo, cuando se focalizó en “lo que soy” se pudo observar la presencia de distintas estructuras asimétricas de poder tanto en lo social ( familia, amigos, etc), como en el psiquismo de estos hombres y mujeres participantes. Dando cuenta así, que el “género” requiere de diferentes dispositivos de poder, articulados en lo cotidiano, para la producción y reproducción de “naturalidad- normalidad” en los géneros, en los cuerpos, en las vivencias: valores, motivaciones y deseos que funcionan eficazmente, como un consenso, legitimando a un grupo como autoridad. Entonces, muchas de estas relaciones de sentido con la identidad estarían establecidas por significaciones imaginarias (y materiales concretas) entre las cuales podemos identificar principalmente: la división patriarcal de sexo-género . Dichas “esencias” aparecen con soportes narrativos en las argumentaciones y, si bien varían, piensan las diferencias como condiciones inherentes para cada sexo, por la existencia o no de determinados atributos. •“Tengo ganas de volver a se así, despeinada, que libre que era acá. Una mujer tenia que usar vestido o pollera, me sentí mujer de muy chiquita.” •“los modos. Cualquier varón hace cualquier cosa con su cuerpo. La mujer sale en corpiño o se acomoda la bombacha es una guasa.” Siguiendo con éste análisis, lo que marca a un varón, en su identidad de varón, para l@s participantes sería, por ejemplo: “ trepar los arboles y tener la gomera al cuello”; ”esas botitas son medio maracas..”; y son así, concretos…”; “no llores, qué? Sos una nenita?; ….No te gusta el futboll?. Por el contrario, lo que para l@s participantes marca ser mujeres, es: “Buenos modales, quien te enseño esto?; ..Las niñas no se sientan así…; que ordinaria.; Eso te vas a poner..; como vas a salir así. arréglate mejor...”; “sos medio caquito ( te gusta el fútbol y los deportes)”; sola no podes salir”. En relación a ello, la identidad también surge como una construcción dinámica y contradictoria; en la cual conviven, estos atributos y mandatos, y lo hacen con distintos grados de mal/bien-estar: •“ era muy chiquita y fue como una explosión, quede atrapada en un cuerpo femenino, para los otros. Escuchaba cosas en la calle, tenia ese cuerpo, pero no lo vivía así. Escuche: con esas tetas, lo debe conseguir todo. Me tapaba abajo de mucha ropa. Hasta que me pude amigar con ellas” •“...esperaba el típico cuerpo de mujer, cosas que no están, o hay demás. Me decían cosas, me generaba confusión. En el ahora, me promueve a pensar cosas. Que me han marcado como mujer. Se mezclan...no se si soy mujer jajajaj” Como ya sabemos, los diferentes modos históricos de subjetivación masculina y femenina son elementos de disciplinamiento en relación no sólo a lo que una persona piensa,siente y actúa el ser varón - mujer, sino también, marcando los cuerpos. Ahora bien, estas producciones de subjetividad, resultado de diferentes estrategias de poder, también se enfrentan a resistencias. Esto surge claramente cuando se les solicita a l@s participantes en el primer encuentro que coloquen un papel en la zona del cuerpo donde perciben alguna afectación. Sólo algunos ejemplos: •“ [papel de la cabeza] porque como mujer siempre tenés que estar bien pinada, linda. Al género opuesto no le digas nada, hay que callarse la boca para no hacer lío. La sexualidad la fui descubriendo sola, de eso no se habla...las piernitas cerradas. Estoy en el proceso de sacar los papelitos” •“[ el papel tiene escrita la palabra: bronca] en el cuerpo, por ver las diferencias entre varones y mujeres. Ellos podían un montón de cosas. Podían eruptar en la mesa y nosotras no. Siempre tranquila y feliz con mi género, no sentí una limitación. Ahora lo pongo a reflexión como había sido”. En concordancia con lo anterior es que se sostiene una concepción del cuerpo como el territorio donde se disputa el género, donde se inscriben diferentes formas de dominación masculina ( en términos de apropiación), pero también la potencia de si (Foucault)- más allá de la dominación del otro- , materializados en menos sujeciones (aquellas con las que se ata a si mismo y se somete a otros) de género para el varón/mujer y mayores libertades para ambos. Lo lúdico, entonces, constituye una estrategia para explorar lo desconocido y cuestionar lo que creemos como propio (hombre/mujer), ya sea en lo personal o en la práctica profesional. Es una posibilidad de ensayar y fundar otros ordenes, sobre lo que hacemos y pensamos. Partiendo también de allí, es que se diagramaron los talleres y se considera que los mismos permitieron generar ciertas preguntas, cuestionamientos, inquietudes y posibles construcciones en el grupo: •“ pienso en las criticas en el equipo cuando una madre no quiere atender a sus hijos (discapacitado).” desnaturalizar [los roles] padre-madre para no juzgarlos a ellos.” •nosotros como modelos de femeneidad y masculinidad...que transmitimos a los jóvenes? Quisimos armar un taller de género y termino siendo de emociones...en el taller de genero ( para chicas) termine llevando hebillitas, pinturitas, todas cosas que me gustan a mi.” •una de la jóvenes ( que va a la institución) le gusta ser mas relajada, siempre con el pelo corto, y como que le insistía para que se lo dejara largo, que le iba a quedar mas lindo. Eso era algo de mi” • una mujer como que tiene aspectos muy masculinos, un mandato, imponiendo algo que no que quiere ser. •En esto de los poderes, los lugares que ocupamos acá…[como profesionales] y no se lo decimos a cualquiera (cortate el pelo). La presente experiencia de trabajo significó un desafío por varios aspectos: trabajar por primera vez coordinando talleres con compañer@s que conocimos en el marco de la participación en la Diplomatura; crear estrategias de trabajo facilitadoras en la temática y en base a una evaluación del grupo con el cual íbamos a trabajar; debatir acerca de posicionamientos ideológico- políticos entre nosotros y a partir de allí, cosntruir nuestro plan de trabajo; congeniar los tiempos formales exigidos con los personales y los del Centro Ocupacional “San José”, peritirnos el ejercicio de la pregunta, de la búsqueda, entre otros. Consideramos como una oportunidad la predisposición del grupo del centro comunitario a participar del espacio e interesarse por la temática, de hecho, se ha intercambiado material bibliográfico, audiovisual, etc. Como fortalezas la flexibilidad en la planificación y en el desarrollo de los talleres en cuanto a roles y construcción de estrategias frente a emergentes y obstáculos. Otra fortaleza grupal ha sido su comunicación fluida y clara. Por otra parte, se han presentado diversas debilidades pero que se han podido trabajar y sortear; por ejemplo, en algún momento de los talleres la persona asignada no cumplió el rol que se había pautado pero espontáneamente otra pudo hacerlo; etc. La devolución recibida por parte de tod@s los participantes fue enriquecedora y convocante a continuar en este gran desafío de construir relaciones con y en equidad de géneros. Bibliografía Base utilizada: •Cabral, Blanca; García, Carmen: Masculino/Femenino…¿y Yo? Identidad o Identidades de Género. (material aportado por la Diplomatura) •Fabbri, Luciano (2013), Apuntes sobre Feminismos y construcción de Poder Popular. Puño y letra. Rosario. Fernandez, Ana (2009),Llas lógicas sexuales: amor, política y violencias. Nueva Visión. Buenos Aires. •Butler, Judith (2007). El género en disputa.El feminismo y la subversión de la identidad. Ed. Paidós. Bs. As. •Fontanela, Marta. ¿Qué es el patriarcado?. (material aportado por la Diplomatura) Autores:Dufour Mariano; Quinteros Magalí; Inalbon Ma. Belén; Bonet Alejandro.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Panorámicas de Salud Mental

A UN AÑO DE LA SANCIÓN DE LA LEY NACIONAL Nº 26.657 http://asesoria.jusbaires.gob.ar/sites/default/files/06_Panoramicas_salud_mental.pdf

viernes, 13 de septiembre de 2013

Te acordás, hermano.

Por Juana Droeven

Una investigación a partir de historias de vida rescata la importancia del vínculo fraterno y advierte sobre “las formas de desfraternización: intentos de impedir o dificultar el lazo fraterno, es decir, de que los hijos no puedan percibirse como hermanados a sus hermanos”.
 
Final del formula
Nuestra investigación sobre lo fraterno incluyó más de 100 entrevistas en profundidad a personas de distinta edad, condición social, sexo y actividad: encontramos que, a partir de la pregunta sobre si la persona reflexionando acerca de lo que significa tener hermanos, se desencadenaba una actividad historizante muy rica. Al elaborar el material, aparecieron tres dimensiones referibles a las configuraciones familiares relacionadas con la hermandad: lo parento-filial, lo fraterno-filial y lo fraterno-fraterno.
La construcción del marco teórico de la investigación buscó preservar la diversidad como tal. Se trata de comprender cómo en cada historia tomó forma la “unidad múltiple” que es la familia (Edgar Morin, “De la cibernética a la complejidad”, en Más allá de pactos y traiciones, comp. J. Droeven, Paidós, 1992) y seguir el devenir a partir de los acontecimientos. La configuración de lo fraterno-fraterno no se construye “en contra de” o “en vez de”. Lo fraterno-fraterno no es sustitutivo ni antagónico; es suplementario, en el sentido de que aporta complejidad, diferencia y singularidad. Para poder pensar la hermandad desde la hermandad fue necesario construir nuevos modos de percibir y dar sentido a los procesos transformativos de las diversidades familiares.
Encontramos que lo fraterno-fraterno no es resultado del despliegue de invariantes estructurales ni sistémicas, sino un vínculo que se anuda a partir de acontecimientos: “La relación de hermandad no se comprende a partir de las relaciones de filiación, no es un derivado de relaciones paterno-filiales; las relaciones paterno-filiales, lejos de construir el fundamento de las relaciones fraternas, constituyen el obstáculo específico, el estorbo más esencial para pensar los emergentes de las relaciones de hermandad” (Ignacio Lewkowicz, “Reflexiones sobre la trama discursiva de la fraternidad”, en Sangre o elección, construcción fraterna, comp. J. Droeven, ed. Del Zorzal, 2002).
Lo parento-filial se manifiesta cuando un hijo queda sustraído del eje horizontal y fijado en el eje parental. Lo fraterno-filial concierne al vínculo que se organiza en referencia al eje vertical pero sin sustracción, de tal manera que existe una posible circulación; puede funcionar en la lógica oficial que permite juegos filiales-fraternos, pero siempre dentro de los marcos instituidos por el eje parental. El vínculo fraterno-fraterno, en cambio, sólo es posible como acontecimiento. Cuando el lazo fraterno-fraterno logra construirse, genera una producción de subjetividad creativa totalmente singular. Lo fraterno-fraterno emerge en sus propios devenires horizontales sin oponerse al eje parento-filial, creando su propio espacio de posibilidades que se liga, más que a la ley, al juego.
El trabajo sobre las historias de vida nos permitió construir una gran variedad de figuras de la hermandad. Estas permiten generar distinciones respecto de los modos relacionales, pero es importante aclarar que de ninguna manera se trata de tipos puros, estructuras o “arquetipos”. Por el contrario, en una misma historia de vida se combina una variedad de figuras a lo largo del tiempo, donde se despliegan diferentes configuraciones vinculares. No se trata de inventar nuevas figuras “diagnósticas”, sino ofrecer herramientas para pensar la complejidad de las configuraciones vinculares. Y comprobamos que el vínculo fraterno-fraterno también puede establecerse en un entorno altamente proscriptivo.
En las historias de vida surgen diferentes formas de “desfraternización”, es decir, intentos de limitar, impedir o dificultar el desarrollo y la expresión del lazo fraterno-fraterno, es decir, de que los hijos-hermanos no puedan percibirse como hermanados a sus hermanos, sino sólo en tanto hijos (“hermano” e “hijo” incluyen “hermana” e “hija”: pues como dijo Ignacio Lewcowicz –ob. cit.–, no es éste el sitio para presumir, mediante complicaciones gramaticales, de una corrección política ya establecida). No se trata aquí de la diferencia que los hermanos pueden hacer entre sí por sus propias subjetividades, sino que el poder del eje vertical se arroga el derecho de instituir la configuración de manera autoritaria. Estas figuras implican formas de proscripción que no necesariamente resultan exitosas, es decir, que no siempre logran impedir el establecimiento del vínculo fraterno-fraterno, pero lo obstaculizan y dificultan en grados diversos. Muy raramente la proscripción toma la forma de un discurso explícito; es el resultado de actitudes y estilos vinculares que generan dificultades de circulación, vallas poderosas que encauzan o sostienen vínculos desde un tipo de relación legislada donde no hay apertura a juegos diferentes.
Un entrevistado contó: “Si mi vieja hubiera sido menos densa con los rollos personales que tenía con la mujer de mi padre, que era la mamá del menor de mis hermanos, mi relación con él hubiera sido otra. Ella tendría que haber tenido más altura para preservar mi relación con mis hermanos. Hubo un condicionamiento que no me dio libertad. Mi mamá y la mujer de mi padre siempre hablaban mal una de la otra. Mala onda siempre. Y yo de chico nunca podía ver a mi hermano”. Como ésta, muchas historias muestran actitudes parentales desfraternizadoras, que a través de enfrentamientos, faltas de cuidado, prohibiciones explícitas e implícitas (“mala onda”), obstaculizan el vínculo.
También a partir del borramiento del otro y la indiferenciación se erosiona el vínculo fraterno-fraterno. Estas madres no permiten que los hermanos se reconozcan como tales porque siempre quedan inmersos en y tironeados por las rencillas parentales.
Y, cuando las relaciones filial-fraternas no se sostienen, la posibilidad de elección de lo fraterno-fraterno va a depender de cómo cada una de las configuraciones nuevas propicie la fraternización o la desfraternización. La elección, en lo vincular, se refiere al afecto, a lazos que no están reglados, que van más allá de lo “legal”, de las decisiones racionales conscientes. La elección enlaza en un vínculo como oportunidad y no como mandato o “necesidad”.
Insignificantes
El vínculo fraterno-fraterno no surge exactamente porque exista una “afinidad”, sino que requiere una cualidad diferencial. La noción de “intensidad” puede tomarse como marca de esa diferencia, como aquello necesario para que, a partir del acontecimiento que abre la posibilidad de la elección, se comience a tejer por fuera de lo reglado, emergiendo una voz propia que se entrama en la historia.
En nuestra investigación encontramos también que la hermandad se entreteje de maneras sutiles y diversas con la amistad. Ignacio Lewkowicz (obra citada) planteó que “si el problema de la hermandad emerge hoy, la perspectiva historiadora indagará sobre las condiciones de emergencia de este problema. ¿Cuál es el movimiento, en el campo en que aparece el término emergente? ¿Cómo estaba tramado, cuáles eran las condiciones que imposibilitaban que hasta hoy el problema no se declarara como tal, vale decir, que radicalmente no existiera?” Lo fraterno-fraterno, al igual que la amistad, por ser vínculos en que lo electivo tiene un peso determinante, resultaban invisibilizados para las miradas sesgadas desde las perspectivas sanguíneas instituidas.
Antígona, en la tragedia de Sófocles, es el paradigma de lo fraterno-fraterno. Denise Najmanovich sostiene: “Antígona entierra a su hermano desafiando la ley instituida, privilegia el afecto, los lazos de unión” (“Etica y estética en la configuración de lo fraterno”). Antígona sostiene lo fraterno-fraterno al elegir a su hermano por sobre toda y cualquier ley. La conducta de Antígona se inscribe en la órbita de la amistad, del lazo social que no entra en un orden legislable, que se atiene a otra circulación vincular.
El amigo es el paradigma de lo electivo. Las entrevistas efectuadas sugieren que en la sociedad argentina, cuando se trata de las relaciones de sangre y de las que se basan en la elección –amistad y amor–, pocas veces se ubica a la familia por encima de todo. Actualmente, el modelo de la amistad se impone a la hermandad. Ha habido un cambio de época que llevó a que los modelos electivos se privilegien a los estructurales. La elección tiene un peso importante, ya sea en vínculos sanguíneos como en los que no lo son. En las historias de vida salta a la vista que la consanguinidad no es, de ninguna manera, un requisito para pensar, hoy, la hermandad.
En algunos casos, la amistad es el eje sobre el que pivotea la producción de sentido y se privilegia respecto de la hermandad. Esto generalmente sucede en las generaciones en las que las modalidades electivas se imponen a los estructurales. En otras la significación primera es la de hermano y la derivada amigo. Finalmente hay otras historias en que el hermano “no significa nada”, es decir, no aparece como eje posible para una clasificación de los vínculos. El hermano insignificante indica la ruina de la significación sobre la fraternidad instituida. Así por ejemplo: “Mi hermano prácticamente nunca existió. Estuvo un año con nosotros. Siempre estuvo mal, entonces se fue”; “Mi hermano no significa nada. No se me ocurrió pensar en eso. No tengo una definición de eso”. En muchas entrevistas aparece cierta desolación, sobre todo en los que no pudieron construir nada de la historia singular con sus hermanos, nada fraterno-fraterno.
La insignificancia respecto de la fraternidad es un acontecimiento de la contemporaneidad; muestra la erosión del discurso hegemónico de la hermandad. Rompe con aquello que provee la experiencia de ser depositario de una relación (por eso la hermandad es la antesala de la amistad). Esta insignificancia implica desidentificación, desafectivización y desidealización. En muchas historias de vida donde, habiendo familia, no hay hermanos, se trata de relatos sin recuerdos, sin construcción; descripciones que no son ni frías ni calientes, ni buenas ni malas.
La hermandad no sólo se organiza en prácticas familiares, sino también en discursos y prácticas sociales: entonces, las historias de los hermanos estarán constitutivamente afectadas por los procesos históricos. Las diversas generaciones de hermanos transcurren afectadas por climas, acontecimientos y estilos de época, sin los cuales sería incomprensible el devenir específico de los vínculos fraternos. En este momento en que las estructuras suficientemente eternas de la modernidad se están desmoronando, conviene abordar y construir la complejidad de las relaciones fraternas en el marco de las diversidades familiares.
* Presidenta de la Fundación para la Investigación Clínica Familiar.